jueves, julio 29, 2004

(2)...otro mundo...

"El sábado 24 de julio quedamos en el puerto del hotel Hilton (donde John Lenon y Yoko Ono se sacaron la famosa foto en la cama), a las cinco y media saldrá el barco así que procurad estar ahí a las cinco y cuarto. A las ocho nos iremos a cenar a De Jaren, el que no pueda venir a dar una vuelta en barco por los canales de Amsterdam se puede unir a la cena. "
Así decia el primer mensaje de Profesionales Españoles que recibimos por correo electrónico, alguien nos había comentado que había una especie de asociacion de profesionales españoles que se reunian una vez al mes para hacer y mantener contactos mientras cenaban o hacían alguna actividad, y con vistas a la investigación que estamos realizando sobre los inmigrantes españoles nos apuntamos.

A las cinco y cuarto llegabamos puntualmente al hotel Hilton, ¿estaré ya medio holandesada?, nos indicaron que se encontraba en la parte trasera y allí fuimos... por supuesto todavía no había llegado nadie, el pequeño cesped que separaba la terraza en forma de graderío del canal estaba sembrado de hombres y mujeres con sombreros, un poco mas allá paseaba la que debía de ser la novia, iba vestida de blanco, riéndose y con una copa de chapagne en la mano.

No sé cuánto tiemo debimos de estar ahí esperando, para mi que paso como una media hora y para colmo la gente del Hilton no era tan interesante como la colección de cachibaches de Casa Migrante, todos muy estandart, con la sonrisa artificial mirandose de arriba a abajo, con varios móbiles sobre la mesa algunos, camisa azul bien planchada y pantalones oscuros otros. Los más atrevidos llevaban una cadena de oro bien gruesa alrededor del cuello y las mujeres iban todas perfumadas.

Finalmente vimos llegar un par de personas que parecían ser españoles, ¿cómo se distingen?, no lo sé, creo que a fuerza de pensar "ese parece español" para después ver que estaba equivocada al final acerté. Todos eran gente alegre y joven, alrededor de los 30 años, había un buen ambiente y aunque me aseguraron que en cada reunión los que se juntaban no eran siempre los mismo parecían conocerse todos. Mientras paseábamos por los canales me fui informando sobre el tiempo que llevaban en Amsterdam, a que se dedicaban, que planes tenían... me sentia como una espía.

Durante la cena estuve sacando conclusiones, la mayoría de ellos no llevaban más de cinco años en Holanda, no tenían planeado establecerse aquí, como mucho quedarse algún par de años y algunos ya tenían planes para marcharse dentro de poco, todos tenían una carrera universitaria y muchos de ellos habían estado en otros paises viviendo antes de venir a Holanda.

Concluyendo: parece que la nueva generación de la nueva Europa, la generación bien, no esta dispuesta a dejarse atar a un pais en concreto, quiere dar saltos de un lado a otro, conocer diferentes lugares y realidades... ¿realidades? ¿es así? ¿realmente saben lo que sucede en Holanda?. Me pongo a preguntar de nuevo. No, no lo saben. ¿Porqué?. La mayoría de ellos no habla el idioma -"el holandés es muy feo!" me decían todos- y aunque algunos intentaron estudiarlo se les hizo muy pesado combinar el estudio con el trabajo, sus amigos son también extranjeros. Así que de conocer otras realidades nada... por lo visto se trata mas de viajar, y quien no quiere viajar?.
De todas maneras después de leer que a principios de 2005 la Unión Europea quiere sacar una especie de pasaporte profesional europe donde esten indicados los estudios, curriculo, idiomas que se hablan y temas de relevancia profesional para facilitar así el transito de trabajadores por Europa creo que este grupo aún se hará mas grande, formando su propio mundo de inmigrantes extranjeros en el pais que sea, fuera de la realidad que los rodea, para después, cansados de dar vueltas volver "a casa".

Este, el de la generación bien, es el otro mundo de emigrantes, con los mismos problemas que los que van a Casa Migrante, todos se han (nos hemos) vuelto locos buscando una vivienda, conociendo gente, algunos todavía están buscando trabajo (universitarios o no), adaptándose, haciéndose un lugar en este pais.
¿La diferencia? el medio en el que se mueven, quizás me confunda, pero parece que la asociación de profesionales españoles esta economicamente en mejor posición que los inmigrantes que se pasan por Casa Migrante para arreglar sus problemas de papeles, seguir alguna clase de informática u holandés gratis y tomarse un café. También me dio la sensación de que en Casa Migrante su gente quería asentarse en Holanda, encontrar su sitio, dejar de dar tumbos.

Dos mundos muy diferentes y a la vez con tantos puntos en común, que se mueven en otras capas de la ciudad, ignorándose, ¿falta de información? ¿desinteres? quién dirá.

martes, julio 27, 2004

(1) Un mundo...

Cada ciudad tiene una red de mundos paralelos que conviven sin saber de su existencia o ingnorándose entre ellos. ¿A qué se debe esto?, ¿desinteres?, ¿falta de información? quién dirá, el hecho es que están ahí, al alcanze de la mano de todos y muy pocos parecen percatarse de ello.

Pero a veces estos mundos se cruzan, como por equivocación, mostrándose por un momento, formando parte del otro para después volver a desaparecer en la niebla de sus propias preocupaciones cotidianas. Esto es lo que me sucedió a mi hace unos dias, haciéndome dar de bruces con ambos mundos, tan diferentes entre si y a la vez tan parecidos, con los mismos problemas pero desenvolviéndose cada uno de ellos en otro medio. Un medio tan fuerte, cada uno en sí mismo, que parece formar una barrera mas alta que cualquier muro que se haya podido construir hasta ahora.

Me explicaré, en este momento estoy realizando, junto con Juan, una investigación sobre "los inmigrantes y la ciudad" con Amsterdam como escenario. Para ello estoy entrevistando a varias personas pertenecientes a diferentes generaciones que emigraron a Amsterdam, cada una por sus propias razones, en diferentes épocas. La organización para la que estoy haciendo la invesitgación, LIZE, exige que el grupo al que estoy estudiando sea de origen español, grupo al que apesar de pertenecer yo misma nunca se me habría ocurrido estudiar como "inmigrante en Holanda". No porque no me considere inmigrante, ¿lo soy? ¿cuándo se es un inmigrante?, sino porque el concepto de inmigrante parece ser equivalente a ¨problemas de integración y adaptación¨.

Después de varios meses de contactar gente, pensar en quienes podrían ser entrevistados, la estructura de la entrevista, el objetivo y como encararla, tuve por fin la primera de ellas.
El personaje principal era una mujer de 45 años, Ana, emigrada hacia 22 por causas del corazón (ninguna enfermedad, se enamoro...aunque esto también puede ser catalogado como un mal corporal) pero con el tiempo se había dado cuenta de que su corazón todavía estaba en España y apesar de ser feliz en su matrimonio no dejaba de extrañar ese pais donde "por lo menos hace sol". A lo largo de las entrevistas, fueron dos, nombró varias veces al "padre Bussin".

- ¿El padre Bussin?- le pregunté intrigada, ya que durante la preparación de la investigación nos habíamos encontrado varias veces con el nombre del "padre Theo", para la generación más joven, o "padre Bussin" para la mas añeja. - ¿quién es el padre Bussin?
- El padre Bussin, Theo Bussin, es un cura que se encuentra en "Casa Migrante" y que ayuda a los españoles e hispanohablantes con cualquier problema... y lo lleva haciendo desde hace por lo menos cuarenta años .
- ¿Y cúanto hace que está en Holanda?
- No, no, el padre Bussin es holandes!!
- Pero habla perfectamente en español! -le dije sorprendida, le había oído dar un discurso, sin poder llegar a verlo, ante el consulado español el día de la marcha por el atentado del 11 de marzo.
- Si, si, claro...

Para mi no estaba tan claro, así que quedamos en llamar al padre Theo (me considero de la generacion más joven) para pedirle una entrevista y ver qué nos podía contar sobre los inmigrantes españoles. Nos habían dicho que antes de las ocho no iba a aparecer por el despacho porque estaba trabajando fuera. Esa misma tarde, a las ocho, estábamos llamando.

- Disculpe, ¿podría hablar con el padre Theo Bussin?- no sabía como llamarlo.
- Si, soy yo.
- Ah... bueno, mire se trata de lo siguiente... -va la explicación sobre la investigación- ...así que... ¿podríamos hacerle alguna entrevista?
- Si, si, seguro... pero tengo que mirar mi agenda -ruido de papeles- uh... ¿podríais venir un día por la tarde? bueno, mejor dicho, ¿podríais estar aquí hoy a las nueve? sino no sé cúando voy a tener tiempo...
- Si, por supuesto, ¿como llegamos?
- ¿Venís con el "trafico" publico? pues entonces...

El padre Bussin... ¿cómo sera? me preguntaba de camino a Casa Migrante, sabía que tenía 68 años y que, por su voz y lo que nos habían contado de él, tenía una energía inagotable, pero ¿cómo sería después de tantos años de trato con españoles? ¿se nos parecería? ¿se habrían adaptado su fisonomía, sus expresiones y costumbres a las nuestras?.
Parece ser que si, porque nos tuvo esperando hasta las diez antes de poderse reunir con nosotros.

Mientras esperábamos a que viniese aprobeché para hechar un vistazo a Casa Migrante. Nos encontrábamos en la sala de una casa monumental de comienzos del siglo pasado, llena de muebles de roble, oscuros, macizos y pasados de moda sin poderse llegar a decir destartalados, que daban una sensación de agobio sin ser tal ya que la sala tenía unas dimensiones enormes. Nosotros estábamos sentados en un sofá de cuero oscuro formando una L con su complemenario, habíamos dejado enfriar nuestros cafés en una mesita baja que teníamos enfrente mientras mirábamos de vez en cuando la televisión que se encontraba sobre un mueble, más alto que yo y totalmente desproporcinado (el mueble, no yo), al otro lado de la mesa. En el otro extremo de la habitación se encontraba una mesa a la que tranquilamente se podían sentar unas doce personas y junto a ella un armario de estantes lleno de libros desencuadernados y viejísimos, detrás de la mesa unas puertas corredizas de cristal dejaban ver otra habitación con ordenadores, del siglo pasado, donde seguramente se daban las clases de informática gratis que había visto anunciadas en el hall de la entrada.

La gente entraba y salía, se saludaba y se despedía, todo gente joven, y el padre Theo seguía sin aparecer. Finalmente pudimos entrevistarlo, un hombre medianamente alto, de pelo blanco y ojos azules de mirada inteligente, nos atendió. Estuvimos como una hora y media haciendole preguntas y escuchando sus respuestas. Nos contó por qué precisamente los españoles habían llamado su atención, su primer contacto con ellos, cómo surgió Casa Migrante, los problemas con los que se encontraron los primeros inmigrantes, la posición de estos en Holanda y España, sobre las familias que muchos de ellos habían tenido que dejar atrás, cómo veía las diferentes generaciones de inmigrantes españoles y su opinión, crítica, muy crítica, sobre la nueva ley de extrangería que se iba a implantar en Holanda.

Después de esto nos juntamos con los demás, los que habían quedado, a tomar unos vinitos y comer un poco de queso. La reunión estaba formada por Toost, una monja de unos cuarenta años de la que sabemos que es monja porque nos lo dijeron, de otra forma ni nos habríamos enterado; la traductora oficial de Casa Migrante, una voluntaria de unos cincuenta años; un chico chileno y otro colombiano, ambos voluntarios que se ofrecían a realizar pequeñas tareas en la organización y nosotros dos. Nos estuvimos riendo, hablando de política y arreglando el mundo hasta la una y media de la mañana, volviendo agotados a casa mientras pensaba en todo lo que había escuchado ese día y la impresión que había causado la persona del padre Theo en mi, sin saber que poco después me iba a encontar con un mundo de inmigrantes españoles totalmente diferente a este, que sin embargo no estaba tan alejado de sus mismos problemas.

lunes, julio 19, 2004

Pasajes.

Si hay algo que me fascina de la ciudad es sus gentes, a veces me podria quedar todo el dia sentada en una terraza viendola pasar y escuchando sus conversaciones.

- Ha llovido otra vez, otra vez? o es la misma lluvia de toda la semana que se repite incesantemente, como en un disco rallado que vuelve una y otra vez al mismo punto?, las calles encharcadas y frias aparecen desiertas, la ciudad pasa a mi lado como una pelicula sin extras, la ventanilla del tranvia se esta empañando, ocultando las fachadas grises tras un vaho de suspiros e impaciencia. Oigo un murmullo, giro la cabeza y veo entrar una chica de facciones orientales, en sus manos enguantadas lleva un gatito negro y un paraguas gigante blanco, camina con dificultad. La seguimos con los ojos hasta que se sienta junto a mi, al otro lado del pasillo. El gatito se entretiene mirando por la ventana, mirando a la gente, mientras ella tiene la vista centrada en el respaldo del asiento delantero, ignorandonos a todos, como queriendo pasar inadvertida. Por fin, mi parada, la chica oriental se levanta tambien, se dirige a la puerta y se queda ahi, bloqueandola. Que le pasa? me pregunto, tengo que dar un salto para no quedarme en el tranvia al cerrarse sus puertas. Vuelvo a mirar a la chica y ahora veo la razon de su zozobra: uno de sus zapatos esta roto y lo va arrastrando por el suelo con el pie mientras cruza la calle con el gatito negro en una mano y el paraguas blanco y gigante en la otra. La sigo con la mirada hasta que desaparece poco a poco, renqueando, al doblar una esquina.

- Ah... has podido venir? -oigo decir tras de mi mientras veo una camisa a rayas blancas y rosas avanzar, cruzando la terraza, con su mano extendida hacia la voz- Si, por supuesto, este tiempo no invita a salir pero nuestra cita estaba fija. Me encuentro en La Haya, sentada en la terraza de un cafe, mejor dicho, bajo el toldo de la terraza de un cafe, aqui los toldos no sirven para protejernos del sol, sino de la lluvia que ahora cae como si de una gasa se tratase, casi impalpable pero cubriendolo todo con una capa humeda y brillante. Y? -continua la voz- has podido leer los fragmentos que te envie?. Si -dice la camisa- de eso queria hablarte, se trata de la rima, de la melodia que se desprende de ellos, sobre todo en "y por la tarde, mientras nos tomamos el cafe...", no podiras cambiarlo por "y por la mañana, mientras nos tomamos el cafe...". Silencio. No... -la voz parece duvitativa- la melodia queda mejor con "y por la tarde, mientras nos tomamos el cafe..." no es lo mismo que cuando dices "y por la mañana, mientras nos tomamos el cafe...", no te parece?. Se oye un carraspeo. Si... no... tienes que mirar el total "y por la tarde, mientras...". Le pido la cuenta al camarero, por hoy ya esta bien de cafe.

jueves, julio 15, 2004

Dia de lluvia


Foto... Posted by Hello

lluvia

No hay dia mas triste que aquel en el que no para de caer la lluvia, el cielo gris no da muestras de cambio mas que para oscurecerse un poco mas y un viento frio barre las calles. Ayer fue un dia asi, la gente se apiñaba en los tranvias y trenes para escaparse de esa cortina de agua que nos perseguia por toda la ciudad, los coches salpicaban a su paso los charcos de agua marron que ensombrecian las calles y las caras de los transeuntes desaparecian bajo paraguas y capuchones.

Y apesar de todo esto a la tarde, cuando la luz se torna azul oscura y las farolas se encienden, se ve reflejado otro mundo en las calles mojadas, el de las luces de los coches y las bicicletas, los escaparates de las tiendas, las ventanas iluminadas de las viviendaas y las cristaleras de los cafes que nos invitan a entrar y reponernos de esa lluvia incesante. En este momento la ciudad recobra un encanto que antes me habia pasado desapercibido, un encanto casi nostalgico.

Me trae recuerdos de antaño, de cuando me iba a comprar regalos de navidad junto con mi hermanito, llevando en un monederito un par de billetes de mil pesetas que nos habia dado mi madre para que le comprasemos los regalos a toda la familia. Las calles, tambien mojadas, reflejaban las luces de navidad que las adornaban como ahora reflejan la luz de los faros de coches, tranvias y bicicletas que pasan a mi lado, los escaparates donde mirabamos que comprar antes de entrar a la tienda dejaban la misma mancha de luz en el pavimento que los cafes a los que echo un vistazo ahora para ver si hay una mesita libre donde descansar un momento.

La ciudad no es la misma, sus calles tampoco, pero en mi mente se mezclan pasado y presente formando una mancha de luces y sombras que me reconforta y me da la sensacion de "estar en casa", haciendome olvidar la lluvia y los charcos que me humdecen de pies a cabeza.

martes, julio 13, 2004

Roterdam, ciudad destruida ciudad reconstruida... y como!
Todo aquel que haya visitado Holanda coincidira en que Roterdam no tiene nada que ver con el resto del pais, ni en escala ni en cultura. Sus rascacielos amontonados en el centro como elementos independientes negandose a dialogar entre ellos, sus cintas de asfalto recorriendo la ciudad sin encontrarse en momento alguno con zonas verdes, los puentes que unen las dos partes opuestas de la ciudad, su puerto: desconocido para los turistas pero obligado paso para toda aquella empresa naviera que se precie, en pocas palabras: Roterdam es una burbuja en medio de las vacas, los polders y las ciudades de muniecas holandesas.

Este sabado estuvimos paseando otra vez por sus calles, viendo la "Van Nelle fabriek" primero, el bloque Spangen de Brinkman despues (un dia de estos os hablare de estos edificios tan distintos pero tan cerca el uno del otro, separados paradojicamente por una autopista, como un corte en el tiempo) para irnos, finalmente al centro.

En cuetion de minutos pasamos por tres zonas totalmente diferentes, como pertenecientes a ciudades diferentes:
- Van Nelle nos saludo con el reflejo del sol en sus critales, tan transparente, tan ligera.
- Spangen sin embargo reposaba pesadamente sobre sus masivas fachadas de ladrillo, sus patios internos ocultaban la actividad de sus habitantes (actividad?) al resto de la ciudad.
- El centro... el centro hay que visitarlo, todavia me resulta extranio pasearme entre sus edificios: bloques de viviendas de tres pisos junto a torres de veinte, plazas de madera y acero junto a canales y asfalto, restaurantes de comida rapida junto a tiendas de marca. El centro es un mix de todo aquello que los ultimos 30-40 anios haya podido tener alguna importancia a nivel mundial.

Rotterdam... extraña ciudad...

viernes, julio 09, 2004

Velos en la ciudad de los canales


Amsterdam, Bos&Lommer Plein. Foto Juan Alonso.

He vuelto al mercadillo, no lo he podido evitar, habia algo que me despertaba la curiosidad y no sabia el que, asi que he regresado, pero esta vez no he ido sola, Juan me ha acompaniado. Hemos llegado siguiendo otra ruta, al final de la cual se veia la punta de una iglesia, recorriendo bloques de viviendas con las fachadas cargadas de antenas parabolicas que posibilitan ver los canales turcos y marroquies que en la tv diaria holandesa no se emiten. A nuestro paso por sus calles nos encontramos con ninios jugando a la pelota, mujeres cubiertas de pies a cabeza y grupos de hombres hablando en un idioma incomprensible para nosotros (como lo es el nuestro para ellos).

Antes de llegar a la carretera que separa el barrio de la iglesia torcemos a la izquierda, pasamos bajo un puente y al salir vemos el cristal, ladrillo y aluminio del nuevo edificio. De entre sus aperturas sigue saliendo la misma cantidad de gente que la primera vez que lo vi, ninios, madres cargadas de bolsas, jovencitas con sus ultimas compras... pero eso si, todas ellas con el velo puesto.

Subimos las escaleras y nos introducimos en el mercadillo, alli siguen los puestos de comida, las camisas a €2,50 con corbata incluida, los zapatos, la ropa... la ropa, eso es lo que mas me llama la atencion: en este mercadillo todo lo que se vende esta adaptado a la moda musulmana, faldas largas, pantalones anchos con faldas de tejidos ligeros ocultando las formas mas provocativas, camisas largas de cuello no demasiado abierto. Junto a nosotros una chica de unos dieciocho anios esta mirando junto con su madre un vestido de esos que se ponen por encima del pantalon. La hija va vestida con un pantalon blanco de lino, sobre el un panio de algodon de colores fuxia y blanco descolorido (que tanto esta de moda este anio) le tapa las caderas acentuando sus formas de adolescente, una camisetita blanca ajustada queda cubierta en su parte superior por el velo, fuxia y blanco destenido otra vez, que le oculta el cabello, una imagen muy moderna, una figura muy sexy.

Ahora entiendo que fue lo que me desperto la curiosidad: la imagen moderna y femenina de las musulmanas mas jovenes, las musulmanas de hoy, la contraposicion a la imagen de poco integradas y tradicionalistas que se les da en la prensa holandesa e internacional. "Tendrian que venir y ver esto!" pienso mientras me meto en una tienda que se encuentra en uno de los bloques que delimitan el mercadillo. Me pierdo entre velos de diferentes colores y tejidos mientras curioseo entre las faldas, pantalones, mas velos, camisas y camisetas de la tienda. Todo hecho en Turquia... y en ninguna otra tienda de Amsterdam se encuentra tanta variedad como aqui!

Por supuesto, no puedo volver a casa sin comprar algo...
Posted by Hello

martes, julio 06, 2004

Pizza turca

Hoy me he ido a dar una vuelta durante la pausa del mediodia, la verdad es que el entorno donde trabajo no invita a la inspiracion a la hora de escrbir o diseniar, es un entorno arido, de oficinas, con todo bloques de entre ocho y veinte pisos, todos distintos, creando espacios heterogeneos y desalmados.
Pero un poco mas alla, pasada la autopista, uno se lleva la primera sorpresa: una serie de casitas, casas dique como las llaman aqui, que son los restantes de unas pequenias viviendas de dos plantas situadas sobre un antiguo dique formando un pueblecito junto al mar, un mar que ahora se ha transformado en autopista y railes de tranvia.
En medio de los patios traseros nos encontramos con una iglesia en la que actualmente se dan fiestas y, detras de esta, una zona de jardines y huertas.
Todo esto enmedio de la ciudad, de la ciudad de extraradio, entre la zona de oficinas y la de viviendas baratas pobladas por inmigrantes provenientes de Marruecos, Turquia y cualquier pais de habla arabe.

Y hoy, hoy me he ido a pasear por sus calles, he pasado junto a las casitas dique, los jardines y huertas, he cruzado la autopista y me he perdido por esas calles llenas de velos y tunicas, como salidas del libro de las mil una noches o alibaba, desubicadas, en un entorno de ladrillo y asfalto.

Me he perdido mirando sus tiendecitas, comiendo una pizza turca, mirando a la gente... y de repente una voz metalica decia desde arriba (vendria del cielo): "un poco mas a la derecha, no, un poco mas, esta bien... continuamos despues". Tapandome la luz del sol con la mano he alzado la cabeza y me he encontrado una grua gigante, una pluma, que estaba colocando los ultimos paneles de la fachada de un edificio de tiendas y apartamentos. Mirando mas detenidamente he descubierto una rendija entre sus paredes de la que salia y en la que entraba gente... por supuesto, no hay nada mas interesante que aquello que uno desconoce, asi que me he metido tambien por alli.

En ella unas escaleras conducian al centro del bloque y en el se habia montado un mercadillo de ropa, zapatos, comida... un mercadillo como una solo se lo espera en los paises del sur, donde el sol luce todos los dias.

Me he quedado ahi, mirando a mi alrededor, con mi pizza turca en la mano, de pie, entre el vidrio, el metal, los ladrillos de las construcciones nuevas y los suaves tejidos de las tunicas y velos coloreados flotando a su paso.

viernes, julio 02, 2004

De paseo por Bruselas




Hace poco estuvimos en Bruselas. Lo curioso es que de todas las veces que he estado esta es la primera vez que realmente me gusto.
Eso, si, Bruselas siempre ha sido y sera la ciudad del chocolate. Sus calles estan llenas de chocolaterias y pastelerias donde venden los mas extraordinarios pasteles y chocolatines, por no hablar de los goffres, a los que se les añade una capa de chocolate derretido... huuummm. Si hasta el metro huele a chocolate!

Lo curioso es que hasta ahora siempre la habia visto como una ciudad gris y sucia, pero esta vez vi otra cara de ella que hasta este momento me habia pasado inadvertida: la ruta de los comics! fui siguiendo este peculiar paseo atraves de sus calles entrecijadas, pasando por zonas descuidadas donde estos dibujos pintados en las medianeras de sus casas alegraban el entorno de tal manera que daba gusto estar ahi.

Hoy veo Bruselas de otra manera, como una ciudad con secretos escondidos que solo deja ver a aquellos que la saben apreciar. Posted by Hello