Estamos en la era del entretenimiento y esa necesidad de entretenimiento se extienden incluso hasta a los museos y galerías de arte. Entretenimiento y publicidad van de la mano, al museo ya no se va a contemplar arte, no, vas a pasar el rato y entretenerte.
Quizás sea este el pensamiento que los últimos años se ha ido extendiendo por todas esas ciudades europeas que organizan la noche de los museos. Una noche en la que todos esos museos y galerías que se han inscrito, unos cuarenta en total, permanecen con sus puertas abiertas hasta las dos de la mañana. Y no para mostrar sus obras precisamente, sino para dar lugar en sus espacios a otras actividades extrapoladas a sus quehaceres diarios como puedan ser sesiones de peluquería en el museo de las biblias, tomar té turco al son de la música de dj de este mismo país en el Nieuwe Kerk (la iglesia del centro de Amsterdam donde se casaron Máxima y Guillermo de Holanda) o asistir a un concierto dado por los silvidos de las pavas de agua hirviendo en el Oude Kerk (iglesia preciosa situada en pleno corazón del barrio rojo). También se suponía que en varios sitios se iban a poder provar esquisiteces como "bocaditos judíos" en la sinagoga portuguesa, "bocaditos angelicales" en el museo de las biblias, cocktails en el Appel (galería de arte contemporaneo) y varias cosas más a lo largo del recorrido. Desgraciadamente estas esquisiteces se reducían a una taza de café con una galleta o un falafel (pan árabe relleno de albóndigas de garbanzo, eso si, riquísimo pero que se puede encontrar en cualquier esquina) en el caso judío. El "arte culinario" fue decepcionante... cada año nos pasa lo mismo y no aprendemos. Desgraciadamente nos perdimos un performance en el que se unían las artes visuales con alimentos en el Van Gogh museum, las colas para entrar en muchos de estos eventos nos hicieron desistir.
Debido a esto último uno se pregunta "¿es que solo vamos al museo cuando se nos promete entretenimiento o es que hay muy pocos sitios que ofrezcan actividades alternativas?". Desgraciadamente yo me inclino por lo primero, desde que estoy en Holanda he aprendido que la gente sólo se apunta a estas actividades cuando se ponen de moda o se dan a conocer entre el público en general siendo ese día en particular "the place to be" y el resto del año quedan como dominio de turistas con guías de museos o estan medio vacío... Y lamentablemente no creo que la situación sea muy diferente en otros paises donde también se realiza "la noche de los museos", pero de no ser así agradeceré que se deje constancia aquí abajo.
Para ver reportajes fotográficos de otros años de este evento pinchar aquí.
Quizás sea este el pensamiento que los últimos años se ha ido extendiendo por todas esas ciudades europeas que organizan la noche de los museos. Una noche en la que todos esos museos y galerías que se han inscrito, unos cuarenta en total, permanecen con sus puertas abiertas hasta las dos de la mañana. Y no para mostrar sus obras precisamente, sino para dar lugar en sus espacios a otras actividades extrapoladas a sus quehaceres diarios como puedan ser sesiones de peluquería en el museo de las biblias, tomar té turco al son de la música de dj de este mismo país en el Nieuwe Kerk (la iglesia del centro de Amsterdam donde se casaron Máxima y Guillermo de Holanda) o asistir a un concierto dado por los silvidos de las pavas de agua hirviendo en el Oude Kerk (iglesia preciosa situada en pleno corazón del barrio rojo). También se suponía que en varios sitios se iban a poder provar esquisiteces como "bocaditos judíos" en la sinagoga portuguesa, "bocaditos angelicales" en el museo de las biblias, cocktails en el Appel (galería de arte contemporaneo) y varias cosas más a lo largo del recorrido. Desgraciadamente estas esquisiteces se reducían a una taza de café con una galleta o un falafel (pan árabe relleno de albóndigas de garbanzo, eso si, riquísimo pero que se puede encontrar en cualquier esquina) en el caso judío. El "arte culinario" fue decepcionante... cada año nos pasa lo mismo y no aprendemos. Desgraciadamente nos perdimos un performance en el que se unían las artes visuales con alimentos en el Van Gogh museum, las colas para entrar en muchos de estos eventos nos hicieron desistir.
Debido a esto último uno se pregunta "¿es que solo vamos al museo cuando se nos promete entretenimiento o es que hay muy pocos sitios que ofrezcan actividades alternativas?". Desgraciadamente yo me inclino por lo primero, desde que estoy en Holanda he aprendido que la gente sólo se apunta a estas actividades cuando se ponen de moda o se dan a conocer entre el público en general siendo ese día en particular "the place to be" y el resto del año quedan como dominio de turistas con guías de museos o estan medio vacío... Y lamentablemente no creo que la situación sea muy diferente en otros paises donde también se realiza "la noche de los museos", pero de no ser así agradeceré que se deje constancia aquí abajo.
Para ver reportajes fotográficos de otros años de este evento pinchar aquí.
5 comentarios:
Personalmente me niego a que alguien me organice mi ocio ó me divierta. Ni voy a esto ni a parques tematicos ni a circos desde que era pequeño.
No entenderé nunca como alguien se puede aburrir en una gran ciudad.
Hola Carlos! Bueno, no se si eso tiene que ver sólo con que la gente se aburra en la ciudad, yo creo que tiene más que ver con la necesidad de hacer el arte "mas accesible" a un público "más amplio". Al final resulta volverse algo trendy, algo que se pone de moda, que ya no tiene que ver con el arte.
Por otro lado la sociedad holandesa, aunque es conocida por lo roñosa (tacaña) que es a la hora de gastar dinero se gasta un para de billones al año en entretenimiento en su tiempo libre. Hay una película-documental muy buena llamada "Pretpark Nederland" (parque de atracciones Holanda) de Michiel van Erp en el que se muestra esa "necesidad" de entretenimiento existente en este país. Altamente recomendable.
Hola Susana.
La fotos están bellas, sugestivas, y tienen un efecto de proximidad, como si estuvieran en "vivo" aquellas bonitas teteras humenates.
Bien, te comento que mi niño y yo solemos ir de vez en cuando a los Museos y hay uno que es el Arqueológico, interesante en su proyección, ya que una vez al mes hace una presentación en la noche, con música en sus jardines. La penúltima vez que fuimos, mi niño y yo bailamos :)
es un museo impresionante, donde las culturas antiguas del Perú, se exhiben en sus esenciales objetos, y hay tal sensación de estar en un lugar sagrado, que esta experiencia insufla de orgullo al peruano que visita el Museo.
Pienso, que viviendo en Amsterdan, valdría la pena ir a los Museos activos. Así, como asistir los días en que no haya actividades concretas, por el solo placer de conocer más y más el pasado del país.
Lo que pasa es que tengo una idea espectante sobre los Museos. Son tan vastos y plenos.
Grandes salutes, Susana.
Ayer en un pase blogeril y en conocida página de arquitectura di con tu bitácora dicho sea de paso se agradece. Mirando un poco tu bitácora tiene esa esencia que me gusta, crónicas, fotografía, arquitectura que es mi vida.
Y vamos ya te anexe a mi bitácora para no perderte la pista y chequear lo que haces de tu vida.
Un saludo desde México.
Hola Rayn, si vinieseis por Amsterdam tendrias que lleva a tu hijo a visitar el NEMO, museo de la ciencia, un museo interactivo para niños en el que disfrutan enormemente.
Hola ixchel, gracias por el mensaje, he visitado tu blog y me ha gustado mucho tanto el contenido como el formato. Nos seguimos leyendo entonces ;o).
Un saludo!
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