miércoles, abril 27, 2011

El por qué del contenido de un bolso.



Hoy estaba pensando en lo complicado que es el tema de manejarse con las cosas que son estrictamente necesarias y por qué nos gusta (a las mujeres, me han aclarado por FB) acarrear con un montón de cosas que no lo son. El tema ha salido cuando le he echado un vistazo al contenido de mi bolso mientras buscaba las llaves: 1 guante (dónde está el otro no lo sé), 1 paraguas (hoy hace sol pero nunca se sabe), monedero, 2 estuches de gafas (uno vacío y el otro con las de sol), tiritas, aspirinas, una bolsa de pañuelos sin pañuelos, 2 bolígrafos y 3 lapiceros, una goma para el pelo (de Vera), la agenda, el movil, 1 libro (para cuando estoy esperando o en el autobús), algunas hojas con textos corregidos a mano, una lista de las compras vieja (igual me sirve para uno de estos días), señas de cómo llegar a Leiden en tren a una hora determinada (para una cita que ya ha pasado), mi libreta con “libros por comprar”, gotas para la nariz, el abono del transporte público, una cajita con pasas para Vera (por si le da hambre cuando estamos por ahí), tarjetas de visita desparramadas y finalemente, las llaves!.
Lo peor de todo es que luego siempre me olvido lo que realmente necesito (el abono, las llaves, el monedero…) al cambiar de bolso. Juan me ha propuesto varias veces que me meta todo lo imprescindible en una bolsita chiquitita y la vaya cambiando de bolso a bolso para no olvidarme nada… pero claro, la cosa no es tan facil porque eso significaría que en cada bolso debería de tener otra versión de lo que se queda fuera de la bolsita (el otro guante, otro paraguas, las tiritas…). Y, aunque generalmente es así, si lo tuviese que hacer conscientemente se me complicaría mucho la logística. También tengo que reconocer que para mi, empezar a llevar bolso fué la salvación porque antes llevaba todo esto en los bolsillos.

Pero volviendo al tema, esto no sólo pasa con los bolsos sino también con los interiores de las casas (1). Cúantas cosas inútiles o innecesarias guardamos durante años sin darnos cuenta hasta que nos tenemos que mudar?. Cúantos papeles, ropa, juguetes y demás objetos quedan guardados en el fondo del armario sin volver a ver la luz del día? Y esto sin importar el tamaño de la casa que generalmente es inversamente proporcional: cuanto más pequeña la casa más cosas guardamos. De esto nos dimos cuenta hace unos años, poco antes de mudarnos, y creo que ahora estamos volviendo a almacenar cosas de más.

La pregunta con la que me he encontrado rebuscando en el bolso es: están nuestras casas y entornos (lugar de trabajo, ciudad) pensados o acondicionados para dar lugar a tanto “guardado”?. En una primera reacción diríamos que si, después de todo para qué están los armarios, archivos, cajas y estanterías. Pero si lo pensamos bien y nos planteamos cuantos metros cuadrados, o mejor dicho cúbicos, tenemos ocupados con objetos que no usamos nunca; creo que podríamos decir que por lo menos una tercera parte de la ciudad es un gran basurero (o almacén) en potencia. Y lo curioso es que cuando hablamos de vivienda o casa, nunca nos planteamos dónde va a meter el inquilino todos sus trastos. Eso si, estudiamos los espacios, su conexión, su relación, etc pero nunca pensamos en esa cantidad de espacio inutil que por lo visto también necesitamos. Esto a excepción de los japoneses, que plantean sus lugares de almacenamiento entre las diferentes plantas de los pisos, escalones y demás espacios posibles y presentes sin que estos hagan uso del espacio habitable (2).

Así que sigo preguntádome mientras revuelvo en mi bolso: por qué cuando hablamos de una casa o vivienda sólo hablamos del espacio habitable siendo que ese otro, ese que nunca se usa y del que nunca nos acordamos pero que siempre está presente físicamente, ocupa (literalmente) un lugar importante de la misma? Por qué nos contentamos con poner un cuarto trastero o garage pensando que con eso solucionamos el problema junto con los armarios y demás artefactos?

Hace poco leía una propuesta para crear viviendas container para expats que se pudieran trasladar de ciudad en ciudad, de país en país, ubicándose en una estructura hecha para ello junto con las casas container de otros expats. Más allá de lo que esto pueda suponer para el entorno tanto de los expats como de la ciudad donde esté ubicado y su arquitectura, no deja de ser otra alternativa al tema del “contenido del bolso”. Aunque en este caso yo preferiría que el container fuese “la bolsita” que me sugería Juan, pudiéndolo insertar facilmente en una vivienda existente. De esta manera no necesitaríamos andar empaquetando las cosas cuando nos trasladamos y seríamos conscientes de lo que es realmente imprescindible, siendo el resto de la casa la base junto a la que pondríamos la bolsita.
Pensándolo bien, el paso del bolso repleto a la bolsita práctica que se traslada de bolso en bolso viene a ser algo así como el paso de la cabaña de Heidegger a la vivienda laboratorio del Movimiento Moderno… y no sé si estoy preparada para dar ese paso…


(1) El otro día el dueño de una inmobiliaria me decía que de la misma manera que los “profesionales” hablamos de vivienda, la gente de a pié pone “casa” en el buscador de internet cuando quiere encontrar una “vivienda”.

(2) Durante ocho años estuve trabajando en un despacho de arquitectura japonés, uno de los regalos de navidad que recibí a lo largo de esos años fué un libro donde se esplica la construcción de la vivienda japonesa y esa peculiaridad por crear espacios de guardado de tal manera que no robase espacio habitable. Lo que es realmente necesario debido al reducido tamaño de las viviendas.


5 comentarios:

Andrés dijo...

Jaja: eso de la vivienda portátil para los "expats" me ha hecho mucha gracia (cuando he pillado qué quería decir el término, que no ha sido enseguida).

Arte urbano de Logroño dijo...

Me encanta tu blog, coincido con muchas de las cosas que dice. -Un saludo, te seguiré. Santi

Susana Aparicio dijo...

Andrés, no sabes lo bien que nos vendría eso a nosotros... ;o)

Hola Santi! Un saludo! Gracias por el comentario, yo también te voy siguiendo.

Laura Muñoz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Juan Sebastián Villa dijo...

Bibliored: Un lugar donde se respira conocimiento http://bit.ly/BibloRedInst