martes, febrero 01, 2005

Música Maestro!



Hace unos días Juan me regaló una pequeña radio para que escuchase música en los trayectos de casa al trabajo y viceversa. Hacía ya mucho que no escuchaba nada mientras iba de "paseo" y la idea me encantó, al poco tiempo ya no podía salir de casa sin la radio. Mi único problema era que la cadena de rock clásico (que le voy a hacer, he salido un poco roquerita) se interrumpía constantemente para dar paso a una cadena pirata india que me chafaba las mejores canciones. Daba igual que le diese cien veces al "busca" para recuperar la cadena inicial, una música estridente (en mis oídos) venía a ocupar su lugar.

Desesperada buscaba la mejor forma para recibir de nuevo esas ondas que me devolviesen mi música, pero nada, daba igual que colocase la radio pegada a la ventana del tranvía, a la altura de los pies o por encima de mi cabeza mientras iba paseando a la oficina, con las consiguientes miradas asombradas de mis compañeros de trayecto, no había forma de escuchar dos canciones seguidas sin que cambiase el "menu". Harta ya de no encontrar ninguna solución me fijé en un anuncio de MP3 que vi por la calle y pocos días después lo tenía ya en casa.

Ahora no podría ir a ningún sitio sin él, la música me acompaña a todos los lados, incluso he llegado a preguntarme "cómo pude estar tanto tiempo sin ella?", casi estoy esperando que se haga de día para volver a colgarme los auriculares y ver la ciudad através de la ventana del tranvía envuelta en una nube de sonidos mientras grito dándole al botón de encendido "Música Maestro!!"

9 comentarios:

El guiri de Barcelona dijo...

:)

El MP3 no lo tengo por miedo de engancharme y no poder salir sin él. Pero no creo que mi resistenica aguante mucho tiempo más.
Saludos

Susana Aparicio dijo...

jajaja si, te aseguro que es un vicio. ;o)

Alphonse Zheimer dijo...

Hola Susana, si me aseguras que no se cuelan las ondas de los téfonos móviles como en los walkman me haré con uno, he dejado de escuchar música cuando viajo por esa odiosa circunstancia. Besos.

Fabrizio dijo...

A mi no me gusta tener nada en la orejas, pero me encanta la música, por suerte en el coche puedo disfrutarla.

Miguel Perez dijo...

Susana,
Que bien que hayas solucionado tu problema de interferencia.. :-)

Acerca de la música, solo la escucho en casa...

Saludos!

Anónimo dijo...

Ahajjaha!, me ha pasado lo mismo que a ti, intentando repartir cartas con la radio puesta; es desesperante. No hay manera.

la cartera
http://cartera.bitacoras.com

Roberto dijo...

Pues si.. 4.5 millones de Ipod´s vendidos en Diciembre hace esta una nueva realidad... Pero no haya nada mejor que al viajar solo...tener el soundtrack de nuestro dia a nuestra propia desicion.
Disfrutalo!!
Un abrazo...(con mi Ipod...oyendo Talking Heads)

Susana Aparicio dijo...

Omar, a menos que lo compres con radio pra escucharla no te van a molestar ;o)
Y yo se lo recomendaria a todo el mundo (habla "Susana enganchada", la otra...jeje)

Teresa, je, gracias a tu post estoy pensando en guardarme en el MP3 la banda sonora de Amelie, eso si, me faltaran las pelotas de colores ;o)

Fabrizio, es que yo no estoy motorizada :o(

Miguel... jajaja, como yo antes! :oP

huy... la cartera! bienvenido/a por aqui!! si, lo de la radio es desesperante.

Roberto...bueno, yo he comenzado con un simple MP3 jajaja, a lo mejor me llega el i-p en otro momento...

jAz dijo...

Hey me hiciste acordarme de mi tiempo de residencia en Monterrey, cuando aún no tenía auto debía ir hasta el trabajo usando el transporte público, una hora y quince minutos en el tráfico dos veces al día sin nada que me aligerara la existencia, hasta que me compré un radio y mi percepción cambió, realmente la música me hizo más llevadera la experiencia de atravesar la ciudad diariamente...