lunes, noviembre 15, 2004

Otros tiempos

Guijarros, Luis Schell.

Muchas veces cuando pensamos en inmigrantes se nos aparecen caras con rasgos de tierras lejanas en la cabeza, sin darnos cuenta o pararnos a pensar que algunos están mucho más cerca de nosotros de lo que parece y que el concepto de inmigrante ha cambiado enormemente en los últimos años. Si bien antes hubo corrientes emigratorias de una parte del globo a otra, donde familias enteras hacían las maletas y se disponían a partir sin saber bien cuál sería su punto final y hoy en día las sigue habiendo también nos encontramos con otra corriente de emigrantes: los emigrantes que van a hacer curriculum, que van de un país a otro obteniendo experiencia de trabajo, conociendo gente y otras culturas para despues instalarse definitivamente en uno de ellos o volver a su país de origen.

Y una vez instalado... cuándo dejas de ser un "inmigrante" para pasar a formar parte de la sociedad? porque como inmigrante se te mira como a un extraño que prácticamente sólo tiene derecho de estadía sin poder reclamar nada más, no puedes alzar la voz cuando no estas deacuerdo con la opinión general porque se te quedan mirando como diciendo (sino te lo dicen directamente) tu piensas así porque no eres de aquí y no entiendes nada de nada.

Yo ya llevo 11 años en Holanda, hablo el idioma, he estudiado aquí, mi experiencia profesional la he desarrollado aquí y sin embardo, dependiendo del momento o del lugar, a veces se me considera holandesa y otras española. Dónde se encuentra esa delgada linea de separación no lo tengo muy claro.

Os pondré un ejemplo: hace un par de años, aquí en Holanda, durante el discurso que el director de la facultad nos daba siempre antes de iniciar el año lectivo se anunció que esta vez iban a venir unos cuantos alumnos extranjeros a la facultad a participar en unos "ateliers" o cursillos. "Los primeros extranjeros que vamos a tener entre nosotros!" dijo el hombre todo feliz. Yo me quedé sorprendidísima, por lo visto a mí no se me consideraba extranjera: antes de ponerme a estudiar arquitectura ya habia estudiado arquitectura técnica aquí en Holanda y entonces era considerada como una estudiante holandesa.

Unas semanas más tarde me encontraba con una chica de Barcelona que estaba haciendo uno de esos cursillos, "por fín!"- me dijo- "ya tenía ganas de conocer a la española de la facultad, todo el mundo me habla de ti cuando digo que soy de Barcelona". Me entró un complejo de "mascota" que no os puedo describir al oir esas palabras, lo que me quedó claro fue que como estudiante se me consideraba holandesa pero culturalmente era española.

Lo curioso es que yo no me siento ni lo uno ni lo otro y los dos a la vez, quiero decir, yo soy yo: Susana. Y sí, a veces tengo reacciones o maneras de ser que puede que estén determinadas por mi origen español y otras veces tengo otras determinadas por mis experiencias aquí en Holanda, como "holandesa". Pero el resultado de todo eso soy yo, repito, Susana. Y me revienta que me metan en una casilla por la dichosa manía que tenemos todos de selecionar y distribuir en conjuntos. Me molestan que me pongan un sello en la frente, no importa dónde esté, por mi origen, forma de pensar o aspecto.

Me resulta sorprendente que la gente siga pensando en términos de "nosotros" y "ellos". Quienes somos nosotros y quienes ellos? soy yo nosotros o ellos? dónde soy nosotros y dónde ellos? No somos todos un poquito de todo esto?

Preguntas a las que de momento nadie me ha podido dar respuesto... y todo esto en tiempos en los que tanto se habla de la Globalización... no querran decir nuestra Globalización?

9 comentarios:

Fabrizio dijo...

A mi me sucede a diario, llevo 14 años en méxico, mi aspecto físico es el tipo latino, me podría mimetizar en españa o cualquier pais de latinoamerica, perdí el acento cubano al grado que ya nadie me pregunta de donde soy, sin embargo para muchos soy el cubano asi de simple. Yo estoy orgulloso de mi origen y asi lo manifiesto pero no deja de ser molesto que cuando llegas a un lugar a hablar algo de trabajo te pregunten de donde eres y tengas que dar santo y seña de porqué estas en otro pais. Lo curioso es que la mayoria del inmigrante se produce un fenómeno singular y es que llegas a acostumbrarte tanto al pais donde vives que cuando llegas al pais en que naciste no te sientes parte de él y extrañas.
Aqui te dejo un poema de una paisana Lourdes Casal

Nueva York es mi casa,
Soy ferozmente leal a esta adquirida patria chica.
Por Nueva York soy extrajera ya en cualquier parte
Pero Nueva York no fue la ciudad de mi infancia,
no fue aquí que adquirí las primeras certidumbres,
no está aquí el rincón de mi primera caída
ni el silbido lacerante que marcaba las noches.

Por eso siempre permaneceré al margen,
una extraña entre estas piedras,
aun bajo el sol amable de este día de verano,
como ya para siempre permaneceré extranjera
aun cuando regrese a la ciudad de mi infancia.
Cargo esta marginalidad inmune a todos los retornos,
demasiado habanera para ser neoyorkina,
demasiado neoyorkina para ser,
--aún volver a ser--
cualquier otra cosa

nacho dijo...

"la dichosa manía que tenemos todos de selecionar y distribuir en conjuntos" es algo mucho peor que una manía, ¿inseguridad? ¿miedo? ¿prejuicios? ¿mediocridad? ¿estrechez de miras? ¿pequeñez de alma? ¿estupidez mimética?. Hay donde elegir.

.: arte-sano :. dijo...

Que buen post te hechaste, como emigrante, igual me identifico con vos, fabrizio y nacho, de esa costumbre de etiquetar, y creo igual nosotros en algunos casos, al menos yo, igual caigo en el error de clasificar gente, pero para mi lo peor dentro de un pais que no es el tuyo, hablando un idioma nuevo, costumbres nuevas etc. te encontras con gente de tu propio pais, o con similares origenes y condiciones y son lo que mas te rechazan. Como siempre la musica dice las cosas mejor de lo que las pienso
"no me llames extranjero" de Rafael Amor

No me llames extranjero
Porque fue distinto el seno
o porque acunó mi infancia
otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero
Si del amor de una madre
Tuvimos la misma luz
En el canto y en el beso
Con que nos duermen iguales
Las madres contra su pecho.

No me llames extranjero
ni pienses de donde vengo,
mejor saber donde vamos,
adonde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero
porque tu pan y tu fuego
calman mi hambre y mi frío,
y me cobija tu techo.
No me llames extranjero,
tu trigo es como mi trigo,
tu mano como la mía,
tu fuego como mi fuego
y el hambre no avisa nunca,
vive cambiando de dueño.

No me llames extranjero
Porque me trajo un camino
Porque nací en otro pueblo
Porque conocí otros mares
Y un día zarpe de otro puerto
Si siempre quedan iguales
En el adiós los pañuelos
Y las pupilas nos rozan
De los que dejamos lejos
Los amigos que nos nombran
Y son iguales los besos
Y el amor de la que sueña
Con el día del regreso
No, no me llames extranjero
Traemos el mismo grito
Y el mismo cansancio viejo
Que viene arrastrando el hombre
Desde el fondo de los tiempos
Cuando no existían fronteras
Antes que vinieran ellos.
Los que dividen y matan
Los que roban, los que mienten
Los que venden nuestros sueños
Ellos son los que inventaron
Esta palabra, extranjero.

No me llames extranjero
que es una palabra triste,
es una palabra helada,
huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero,
mira tu niño y el mío
cómo corren de la mano
hasta el final del sendero,
no me llames extranjero,
ellos no saben de idiomas,
de límites ni banderas,
míralos: se van al cielo,
por una risa paloma
que los reúne en el vuelo.

No me llames extranjero,
mírame bien a los ojos,
mucho más allá del odio,
del egoísmo y el miedo,
y verás que soy un hombre...
No puedo ser extranjero.

Susana Aparicio dijo...

-... en eso tienes razon vecina! ;o)

- Fabrizio y Ale, gracias por el poema y la cancion, me han encantado y se reconoce mucho de lo que dicen.

- Nacho... si, hay donde elegir... desgraciadamente.

- Magda, espero que sigas con tu ideal :o)

Dolores Guerrico dijo...

Me gusto mucho este post

lefou dijo...

hola susana:
llegue aqui por alas de albatros, veo que es un blog muy concurrido y el diseño esta chidisimo(mexicanismo para decir excelente).
Si te has dado cuenta a la par de la globalizacion se da un fenomeno de regionalizacion, al abrirse las fornteras a la cultura le idioma y otras cosas, la identidad cultural peligra, es por ello que muchos grupos tienden a reafirmar la suya, diferenciandose de otros.
Respecto al ellos y nosotros, prefiero pensar en que finalmente todos somos de carne y hueso, sin credo sin razas sin nacionalidades.
saludos

Susana Aparicio dijo...

Dolores, bienvenida! me alegra que te haya gustado :o)

Lefou, bienvenido tambien! en cuanto a lo de la globalizacion te doy toda la razon, hace un tiempo hubo en una provincia holandesa un concurso sobre como tenia que ser el desarrollo urbano de la zona debiendo responder a la globalizacion europea e internacional y manteniendo al mismo tiempo un caracter local... el unico problema es que ellos tampoco sabian decir exactamente cual era ese caracter local...

En cuanto a lo de que seria ideal que no existiera un "nosotros" y un "ellos"... no se si estoy muy de acuerdo, quiero decir que tambien existe una parte positiva en esa diferenciacion y es que sin diferenciacion no se puede hablar de identidad. Aunque creo que te refieres a la eliminacion de la parte negativa, esa que se aplica cuando mas les conviene a unos y otros y que no es precisamente constructiva...

un saludo a todos!

Rorschach dijo...

Desgraciadamente yo tp te puedo dar la respuesta, pero sí q quería comentarte q me ha parecido una magnífica reflexión

Un abrazo!

JeP (por poner algo) dijo...

Yo a veces pienso en un jardin botanico que hay en mi ciudad, Cádiz. El jardin tiene tropecientos años y contiene especies que fueron traidas de "allendelosmares", semillas que germinaron y echaron raices, crecieron y hoy son arboles. Toda su larga vida han estado aqui entre nosotros, se han alimentado con nuestras cenizas y han padecido como nosotros. Son parte de nuestra existencia desde hace muchos años.
Ultimamente les han puesto unos carteles donde consta el nombre, la especie y el lugar de origen. Se han convertido en extrajeros y ahora es cuando los vemos como tales.