miércoles, marzo 17, 2004

Su pase, por favor.

Hoy, mientras miraba por la ventana de la oficina la tienda de campaña que se ha montado un bagabundo en el talud de la autopista, me he puesto a pensar en un articulo que lei hace poco sobre Ulaanbaatar, la capital de Mongolia.

Mongolia, con sus 2,5 millones de habitantes y 26 millones de cabezas de ganado, tiene una economia basada en la ganaderia transumante. Hasta hace poco subsistia gracias al dinero que la Union Sovietica le donaba, cuando esta dejo de existir -y por tanto de dar dinero- la economia se vino abajo, los precios se dispararon y los puestos de trabajo fueron desapareciendo. Mucha gente que hasta entonces trabajaba en una oficina tuvo que volver a sus origenes pastoriles para poder sobrevivir. Pero los dos ultimos inviernos han sido tan duros que millones de animales han muerto congelados y el pasto apenas ha crecido. Muchos ganaderos se han vuelto a la ciudad, algunos todavia con su ganado, para encontrar ahi un trabajo.

En las afueras de la ciudad surje asi una imagen daliniana de desierto, hombres, ganado y grandes edfificios, ya que sin un pase, que cuesta unos 50 euros, no se les permite vivir en la ciudad. Como os podeis imaginar en un pais donde el salario mensual medio es de 20 euros no se puede permitir todo el mundo el lujo de gastarse 50 en un pase. La consecuencia es que a las afueras de la ciudad se han formado "suburbios" de tiendas nomadas, llamadas gers. Al no tener un pase, esta gente tampoco tiene derecho a seguridad social, educacion o trabajo legal... os lo imaginais? que para vivir en la ciudad (donde quiera que esteis) necesitarais un permiso que os diera acceso a lo minimo necesario para poder sobrevivir y desarrollaros? De donde habra surjido la necesidad de crear una ley asi?
De esta manera los suburbios obtienen otra dimension, no solo estan habitados por gente no deseada en la ciudad sino que ademas no tienen practicamente posibilidad alguna de llegar a salir de esa situacion.

Unos dias mas tarde viendo un programa de la tv internacional española que hechan los domingos,en el que el presentador nos muestra cada vez un pais diferente y su cultura, volvi a ver un reportaje sobre esta ciudad de nombre fantastico. La verdad, bien visto llegue a la conclusion de que el presentador debe de ser el hermano del que da los subsidios para este tipo de programas, porque no me puedo imaginar que nadie haya podido elejir a alguien tan torpe como este tipo. En una de las tomas nos muestra un ger en el que los unicos bienes que se ven son un frigorifico, un hornillo y una tv antiquisima. Mientras la camara se desliza por el interior se oye la voz del presentador diciendo "y aqui, a las afueras de la ciudad, vemos este tipo de vivienda similar a las casas de campo españolas...". Animal! -le grito yo a la television- como vas a comparar una chavola asi con una casa de campo!. Casa que la gente de ciudad utiliza como vivenda de fin de semana y que por tanto dispone de todas las comodidades.

Se me viene a la memoria la historia de Narangerel Damdinsuren, una mujer de 37 años que esta trabajando de manera ilegal en Ulaanbaatar... de que? se pasa el dia sentada junto a la autopista con un telefono del que puede hacer uso todo aquel que no tenga un movil. Su sueño? conseguir que sus dos hijos puedan ir a la ciudad, a vivir con ella (en este momento estan en el pueblo, con su abuela) y que vayan a la universidad.

Y ahi sigue "nuestro" vagabundo, a la sombra de los arboles, con electricidad extraida ilegalmente de la farola mas cercana y, si esta registrado como tal, con un sueldo diario de unos 15 euros y una comida caliente asegurada en cualquiera de los centros de acogida de la ciudad.
"Si yo estuviese en esa situacion buscaria lo mas rapidamente posible un trabajo y una casa" dice Peter mirando por la ventana. Miro a Peter, miro a la personita que se agacha junto a un hornillo y no se me ocurre mas que pensar lo facil que es hablar desde este lado del cristal.