El sábado se nos ocurrio ir a Zandvoort, una ciudad playera que me describieron como la Benidorm de Holanda cuando recien me instalaba en este pais de nubes y lluvias. Después del primer vistazo decidí que había que ser optimista para comparar Zandvoort con Benidorm.
A pesar de que Zandvoort es una de las ciudades costeras mas turísticas de Holanda el turismo se reduce a unos cuantos días de sol anuales, que con un poco de suerte pueden ser dos semanas seguidas. Tambien es conocida entre los amantes del Formula 1 por su circuito. Su centro, formado por las tipicas casas de dos o tre plantas, se reduce a dos calles estrechas abarrotadas de cafés, restaurantes y boutiques baratas, su paseo o boulevard no es otra cosa que una carreterita que separa la playa de los chalecitos de la gente adinerada de la ciudad y la estación de trenes parace funcionar solamente en verano, cuando se llena de gente los días de sol.

Las dos ciudades han surgido finalmente del turismo, pero los caminos que han llevado a desarrollarlo y los medios han sido otros. Sus infraestructuras y ordenamiento, asi como como la creación de vivienda y zonas residenciales para turistas son totalmente diferentes. Aquí abajo os paso unos datos sobre ambas ciudades:

Zandvoort

Su historia.
La costa holandesa se ha protegido desde siempre del mar, actualmente con diques pero en al comienzo las tierras bajas eran defendidas por la formación de unas dunas naturales. Zandvoort se formó como pueblo pesquero estacionado detras de estas dunas alrededor del 1100 y no contaba con más de 700 habitantes.
En 1828 se habrieron la casa de baños y una residencia veraniega dando comienzo a la historia de Zandvoort como lugar playero y turístico, aumentando así su población que siguio creciendo durante todo el siglo XIX gracias al exito de la "terapia de mar" que se puso de moda en ese siglo. Ordas de gente eran enviadas a este pueblecito para curarse de sus enfermedades y no tardaron mucho en construirse las primeras casas de verano y pensiones.
Hasta la primera guerra mundial fue el lugar faborito para muchas familias y a partir de 1920 comenzaron a quedarse muchas de ellas a pasar los frios inviernos.
Todo cambio con la segunda guerra mundial, el pueblo fue evacuado, la playa cerrada al público y solo se le estuvo permitido vivir en él a un pequeño grupo de gente. Finalmente el pueblo fue bombardeado y destruido.
Despues de la segunda guerra mundial Zandvoort revivió como por encanto convirtiendose de nuevo convirtiéndose en la ciudad costera mas importante para las familias de la capital holandesa, Amsterdam. Esto se debio seguramente a que su conexión con el tren se restableció rápidamente y su estación se encontraba a dos pasos de la playa.

El ordenamiento urbano.
Su ordenamiento urbano no parece responder a ningun tipo de plan preconcebido, sus calles desordenadas se apiñan en el centro dejando la carretera-boulevard que separa el pueblo de la playa libre, con casas veraniegas a un extremo y un par de rascacielos con el casino entre ellos al otro.

Unos cuantos datos.
Su numero de habitantes se estima en 16.851 segun el censo y su superficie es de unos 33 km2.
Sus cafés de playa son muy populares, tendra algo así como unos quince, todos ellos con terraza y servicio de amacas y protecciones contra el viento (lo que aquí suele ser necesario).


Benidorm
Para los que no conozcais Benidorm os contare aquí un poquito de esta ciudad costera, conocida en toda Europa y cuya economía está basada en el turismo. Benidorm pasó a ser el núcleo turistico mas destacado de la Península Iberica en la década de los 60 y se sigue manteniendo como tal.

Un poco de historia
El nombre de Benidorm procede de la familia árabe que la colonizó, Benidarhim. A principios del siglo XX la ciudad tenía 3.500 habitantes que vivían de los cultivos en el llano y de la almadraba, extensa red de cerco instalada por numerosos barcos para la captura de atunes. A finales de la década de 1940 la ciudad experimentó un gran cambio cuando numerosas familias construyeron torres para disfrutar de las excepcionales playas de un pueblo protegido por las cercanas montañas que lo envolvían. Su creciente fama como pueblo de veraneo coincidió con el inicio de los grandes desplazamientos, y así se desarrolló la industria turística de Benidorm. Y con el paso del tiempo y una buena gestión turística Benidorm fue tomando nombre tanto a nivel nacional como internacional.

El ordenamiento urbano
El concepto que dio lugar a Benidorm fue la democratización de las vistas al mar. El plan de urbanismo que originó Benidorm contemplaba esta filosofía que ha cosechado tantos seguidores como detractores. Su inspirador fue el alcalde Pedro Zaragoza Orts, que soñaba con convertir aquel pueblo de pescadores de antaño en una Meca turística. A su favor tenía un clima que muchos definen como «el mejor de Europa», unas playas inmensas libres de corrientes y un mar cristalino y cálido.
Cuando en 1956 fue aprobado el primer Plan General de Ordenación Urbana, sólo Madrid y Barcelona contaban con un ordenamiento semejante. Pero la gran innovación de Benidorm fue la teoría de la «caja de cerillas», es decir, la posibilidad para edificar sin límite de altura con la condición de guardar el volumen estipulado en las ordenanzas para tener más espacios verdes.

Y contrastando con ese tejido reticular de rascacielos, avenidas y parques nos encontramos con el casco viejo. Éste se sitúa alrededor del mirador de la punta Canfali, imagen emblemática de Benidorm con su balaustrada de piedra blanca y su mirador al que se accede por una escalera descendente. En esta zona se encuentra la iglesia neoclásica dedicada a San Jaime Apóstol. Desde la plaza del Castillo se puede acceder por típicas calles estrechas de blancas paredes a la playa de Levante o al centro comercial de la Localidad. Para recorrer el impresionante núcleo comercial de Benidorm podemos partir de la plaza Triangular y recorrer las calles: Martínez Alejos, Gambo, Dr. Perez Llorca o la amplia avenida del Mediterráneo. Otro buen paseo es el que, partiendo del Ayuntamiento, discurre paralelo a la playa de Levante por la avenida de Alcoy o la de Madrid. De noche constituye uno de los recorridos más atractivos del ocio en Benidorm.

Unos cuantos datos
El censo es tan irreal como irrisorio: 50.000 habitantes, aunque los residentes fijos suman más de cien mil, que se elevan a 450.000 en verano, en un espacio muy reducido pero aprovechado al máximo.
En apenas tres mil ochocientas hectáreas (12,3 kilómetros de playas y costa escarpada), se levantan 130 hoteles y miles de apartamentos, 300 restaurantes, un millar de bares, 200 discobares y discotecas y más de dos mil comercios, además del parque temático más visitado del mundo. Si de definiciones hablamos, no es menos ingeniosa la que salió de la boca de Juan Barranco, ex alcalde de Madrid, cuando fue invitado como pregonero de fiestas. "Buenas noches, Beniyork", comenzó su discurso. Los cientos de rascacielos justifican la comparación con la Gran Manzana. El cineasta Bigas Luna no le anduvo a la zaga, y muy a su estilo mantiene que Benidorm es "la ciudad de las mil pollas".