jueves, agosto 19, 2004

La tecnología... para quien la quiera.



No se si os pasara a vosotros también pero a veces una se queda pensando en todos los instrumentos y medios tecnológicos que se tienen o utilizan y en qué pasaría si derepente ya no dispusieramos de ellos. Por otra parte tenerlos no significa siempre que se utilicen, hace unos años llegó a mis manos una especie de agenda-MP3 que se podía sincronizar con el outlook de mi ordenador y eso me permitía escribir correos cuando estaba de camino, a la vez que escuchaba música claro, para despues activarla al ordenador y enviarlos... un toston! el cacharro era tan grande que me ocupaba todo el bolso y pesaba como un kilo. Para colmo había que recargarlo cada noche y como una servidora es "ligeramente" despistada se me olvidaba siempre por lo que el aparato se quejaba emitiendo un sonido que me mantenía toda la noche despierta (también soy medio vaga para levantarme una vez que me he metido en la cama). Bueno, como comprendereis a los dos meses acabó en el fondo de cajón y ahora ya ni se dónde encontrarlo. Por supuesto que las versiones actuales son mucho mas pequeñas y ligeras... pero esta experiencia me dejó tan mal sabor de boca que no lo he vuelto a provar.

Otro ejemplo de instrumento tecnólogico medio obsoleto es el reloj de pulsera, porqué seguimos utilizándolo? si os fijais estamos rodeados de relojes, todas las torres de las iglesias tienen uno (pero quién se fija en ellas no?), en la oficina los ordenadores también tienen uno, nuestros infatiglables amigos los teléfonos portátiles... queramos o no el tiempo nos acecha en cada esquina. De esto me dí cuenta el día en que se me rompió la correa del reloj y desde entonces ya no he vuelto a llevar ninguno. Eso si, justo cuando necesitas saber qué hora es, como cuando estas esperando en el hall del cine para entrar a ver la película, te das cuenta de que te has dejado el teléfono en casa y tienes que ir cada tanto a preguntarle al taquillero si ya puedes entrar hasta que te echa una mirada furibunda indicándote que todavía no cada tanto tiempo también.

Así llegamos a mi aparato favorito, el teléfono movil! No es que me pegue el día hablando por teléfono ni mucho menos, alreves, odio hablar por teléfono, pero ya se ha vuelto mi compañero inseparable: me dice la hora, me avisa cuando recibo llamadas de personas a las que prefiero no contestar (mi madre en los momentos más inoportunos) y, cuando me acuerdo de introducir los datos, me sirve de agenda. Aun no he dado el paso al teléfono con música, cámara fotográfica e internet, pero de seguir así las cosas no tardará mucho... dentro de poco saldrá incluso uno que te lavará la ropa y te hará la comida (ese es el que estoy esperando).

Y porsupuesto no podría finalizar sin hablar de internet, puedo afirmar que este medio me ha cambiado la vida. Es increible la cantidad de información que se puede extraer de él (filtrando bien, naturalmente), los mundos a los que se tiene acceso, la gente que se conoce através de la pantalla y por supuesto la posibilidad de crear estos diarios digitales que son los blogs...

No... el mundo ya no sería el mismo sin según que cosas...

2 comentarios:

Roberto dijo...

Hace unos meses junto a un lago en Berlin teniamos una platica multicultural acerca de la tecnologia, y creo que lo unico que sacamos en claro es que es un poco como la moda... lo que te acomoda. Si bien es cierto que hay cosas que son ya de uso comun, imagina tu vida sin movil? Y el lado bueno es que el mundo es un lugar mas pequeño, ves como podemos hacer buenos conocidos virtuales a traves del mundo. Un abrazo desde la Cd de Mexico.

Susana Aparicio dijo...

hola Roberto!

jajaja... yo creo que tendria mas dificultad sin internet que sin el movil...

un gusto verte por aqui! no dejes de dar un toque cuando te vuelvas a pasar por el Melkweg! (he leido tu comentario en el blog de Kalf, mi marido) ;o)